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Lesión de los gemelos vs soleo, ¿es lo mismo?

Actualizado: 10 abr 2022

“Ayer jugando al padel con unos amigos en una arrancada noté un pinchazo en la zona de los gemelos que me obligó a parar y desde entonces no puedo andar bien por dolor, voy cojeando”



Os sonará este comentario ya que las roturas de fibras musculares en la zona gemelar de la pierna son una de las lesiones musculares más frecuentes en la actividad deportiva. El pinchazo que siente el paciente muchas veces es tan intenso que a veces hablamos del signo de la “pedrada”: el paciente nota como si le tiraran una piedra desde detrás y se vuelve para comprobarlo.


El tríceps sural comprende a los músculos gemelos (externo e interno), sóleo y plantar delgado, todos formando parte de la pantorrilla. Los mas superficiales y los que abultan en la región proximal de la pantorrilla son los gemelos originándose detrás de la rodilla en el femur distal y llegando hasta el tendón de Aquiles. Por lo tanto los gemelos cruzan dos articulaciones: la rodilla y el tobillo. Debajo de los gemelos está el sóleo, músculo potente que se inserta por debajo de la rodilla y también llega al tendón de Aquiles, este músculo solo cruza la articulación del tobillo. Finalmente el músculo plantar delgado es un músculo mas pequeño que también cruza toda la parte posterior de la pierna, con menor importancia y función y con menor número de lesiones.


  • La lesión más frecuente es la del gemelo interno, fácil de reconocer en la consulta por lo que nos cuenta el paciente, haciendo una buena exploración y utilizando la ECOGRAFÍA como prueba de imagen. El estudio ecográfico nos mostrará exactamente el lugar de la rotura, el tamaño y si precisa evacuación del hematoma (si es de tamaño considerable).


  • La lesión del sóleo inicial suele ser también por un pinchazo agudo e intenso en la pantorilla pero algo más abajo, en la mitad o mas cerca del tendón de Aquiles. Su diagnóstico suele ser mas difícil. Equipos ECOGRÁFICOS buenos pueden ser suficientes, pero como normal general se necesita una RESONANCIA MAGNÉTICA.

Como norma general, la evolución de las lesiones del sóleo suele ser más tórpida, más latosa y con más alto índice de recaidas. Pero en ambos músculos será muy importante el tamaño y la localización exacta de la rotura dentro del músculo. Y de cara al tratamiento todos debéis conocer varios axiomas claros que pueden aplicarse a otras lesiones musculares:


1. Primeros 2-3 dias, reposo, frio local, compresión y elevación del miembro el mayor tiempo posible.


2. Estudio ECOGRÁFICO a las 24-48 horas de la lesión. Si se encuentra un hematoma o colección de sangre importante, pincharla con ayuda de ecografía para evacuarla.


3. Utilización de Factores de crecimiento derivados de las plaquetas (PRPs) en el lugar de la lesión (2-3 sesiones) para intentar acelerar el proceso de cicatrización.


4. FISIOTERAPIA a partir del 2º-3er dia, comienzo con masaje drenaje periférico suave, posibilidad de utilizar electrolisis percutánea, ultrasonidos, tens, etc.


5. Comenzar con ejercicios supervisados por fisioterapeuta o readaptador deportivo de forma PRECOZ.


Este último punto creo que es el paradigma del por qué un deportista profesional se recupera de una lesión muscular en 2-3 semanas y un aficionado puede estar un mes o dos para volver a hacer deporte


Me explico: el deportista profesional comienza con ejercicios de control postural, abdominales, bicicleta, por ejemplo, a las 48-72h horas de haber sufrido la lesión. Se trata de no perder forma física aunque tengas un músculo lesionado. El músculo lesionado lo empiezan a trabajar con estiramientos, masajes suaves, y cargas progresivas en cuanto el dolor lo permite (premisa de molestia soportable), que suele ser a los 5-7 dias de la lesión. Posteriormente van compaginando trabajo de elasticidad, potenciación, técnica de carrera para terminar intensificando las cargas, y volviendo a entrenar con el grupo durante la última semana.


Termino mencionando las posibles complicaciones de una lesión muscular gemelar mal curada o más grave: hematomas enquistados, cicatrices (laminares) dolorosas y trombosis venosas profundas.

 



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